haciaelasia

He aquí, el lugar para contar nuestra aventura de viaje por Asia...

Monday, November 27, 2006

Síndrome Camboya: antes y despues de Angkor Wat














Nos habían advertido: para Camboya (Cambodia) ármense de paciencia. Nunca es suficiente. Pero sobrevivimos al estrés, pues la experiencia del trayecto Bangkok - Siem Reap, es capaz de alterar a la más calma de las almas. Nos cambiaron cuatro veces de vehículo, la espera en la frontera para salir de Thailandia y luego para entrar en Camboya es insufrible, más aún, cuando los termómetros están sobre los cuarenta grados, o por lo menos la sensación es esa, dada por las goterones de sudor que nos bajaban el cuerpo...Olíamos a repelente para insectos, aunque poco y nada sirve porque más bien los insectos, aturdidos, se nos pegaban al cuerpo húmedo; quizás la paupérrima vida los tenga torpes, pues la miseria en Camboya aletea cerca y es como un insecto ruin que te pica y es feliz a pesar de su pequeña suerte: ser un insecto más sobrevolando y sobreviviendo en un aire caldeado. La promesa de ocho horas de viaje terminó en casi quince, pero llegamos, y decidimos dejar pasar el primer día en Siem Reap para reponernos del viaje y pasear por la ciudad, que en realidad no tiene mucho más que mostrar que calles de tierra, un río de agua turbia, miseria contrastada con lujosos hoteles, motos y tuk tuk. Pero la vieja y sabia metáfora Viaje - Vida, nos enseña :nada es en vano, y todo lo adverso que pudo ser el viaje a Seam Reap lo compensó la visita a Angkor Wat.
Los primeros rayos de luz nos regalaron la belleza de la piedra alzada a monumento ruinoso. Desde las cinco de la mañana hasta casi las cinco de la tarde, en compañia de nuestro motorizado guia, Tea, recorrimos los principales templos de este enorme y maravilloso parque - ciudadela arqueológica.
Ayer deshicimos el camino, pero, esta vez el cansancio era conocido, y como nos trajimos una verdad con nosotros, un viaje dentro de otro viaje, el cansancio es bendito. Ahora escribimos desde Bangkok, llegar nuevamente aqui fue como llegar a casa... hemos tomado aire para lo que sigue, y lo que sigue seguro que será playa, lo necesitamos. Quizás la próxima parada sea Ko Chan (arena blanca mar azul), y de ahí comenzar a trepar hacia el norte: Laos, Nepal, India...

Wednesday, November 22, 2006

primeros aires





Al Salir del aeropuerto de Bangkok queda claro que el ritmo que traes desde donde vengas, deberas adecuarlo a esta ciudad que posee semáforos muy largos. Lo increible es que en cada atasco no suena una bocina; o alguna sí, para avisarle a algún conductor distraido que lleva una puerta abierta. El budismo se respira, como los puestos callejeros de comida que ofrecen desde frescas frutas, hasta las mÁs variadas frituras y cocimientos. Hay de todas las apariencias, apetecibles y no; aunque según pasan los dias creemos que el margen de tolerancia con olores y sabores se nos ampliará prontamente.
Dos horas y media desde el aeropuerto hasta Khao San Road, la calle famosa por su oferta de guest house, bares y tiendas de ropas y lugares comunes de mochileros y comerciantes. No será como lo dice su nombre porque está en lengua thai; pero a primera vista, de noche, perdidos, y con mochilas de 20 kilos en la espalda, Khao San es un caos...neones, humos , gente festiva y rauda : alguien se acerca para ofrecernos algo...nos quedamos en green guest house , buena, bonita, barata; con aire acondicionado, sin aire no se podría dormir aquí en este noviembre...cura de sueño necesaria.
Por la mañana hicimos un recorrido de reconocimiento por el barrio, primeras fotos e impresiones. Más tranquilos e instalados, la densa humedad del ambiente no se soporta, nos comunicamos con nuestro inglés champurreado, hasta el momemnto nos entienden.
Visitamos el Wat Intharawihan, donde se encuentra el gran buda dorado. Por un precio que ni averiguamos puedes liberar aves de sus jaulas, rito para la buena fortuna que se ha hecho turistico-comercial, como casi todo lo místico del mundo.
La santeria budista mezclada con dioses hindúes es impresionante: distintos budas; flacos ,gordos, o figuras con cabezas de elefante o mujeres con 6 manos que sostienen elementos sagrados. Sapos, tortugas de maderas y bronces, entre medio de gatos de verdad que lamen a sus amos. Fotos del rey de tailandia, que también se confunde entre colgandijos, medallones y arreglos florales. En este lado del mundo también hay algo de paganismo en lo sagrado.
Por la noche una mala noticia: el jet lag (¿asi se escribe?) de Chile a Madrid, de Madrid a Bangkok echó a perder nuestros tintos; mala cosa si pensamos que pasarán muchos meses antes de tropezarnos con algún cabernet chilensis, Misión de Rengo o Carmen Margaux, los que conocen esos nombres saben lo que se puede sufrir.
Subimos la golden mountain, pequeño cerro en cuya cima hay un lugar de culto budista. Un sitio apacible donde conviven especies clasificadas de árboles con turistas; como nosotros, o monjes que buscan retiro para sus rezos.
No hacemos más que transpirar y beber agua.
Por la tarde visitamos el wat Phareachetuphon: el gran buda reclinado.
Día de lluvia, casi estropea el plan de visitar el gran palacio Wat Phra Kaew, donde se encuentra uno de los íconos del budismo, el Buda Esmeralda; el palacio es maravilloso...
Nos regalamos un thai massage, nuestros cuerpos lo pedían a gritos, lo merecían; quedamos como nuevos.
Para ir a Ayuthaya nos levantamos a las 7 de la mañana, pero tan sólo dimos con la estación de tren, cerca de las 10 y media; eso retrasó nuestros planes, aunque nos sirvió para recorrer un Bangkok hasta ahí desconocido, de comercio junto a un brazo del rio, calles no tourist. Tomamos el tren de las 11:20, después de 2 horas de viaje llegamos al lugar de destino: vestigios de wat del 1300 donde se conservaron reliquias de la historia Budista...vimos al buda inclinado, Lokaya Suttha, nunca lo olvidaremos porque para llegar a él tuvimos que hacer una peregrinacion de horas bajo el sol. Tamaña paradoja : para contemplar la imagen de un dios descansando tuvimos que cansarnos... de regerso en la estación de tren, fuimos testigo de la paralizacion del país a las 18 horas. Nunca, en estos dias, nos tocó verlo. Suena un himno y todos los thailandeses se ponen de pie, nosotros también lo hicimos, respeto ante todo...
Cambiamos dinero, dejamos ropa en un servicio de lavanderia y recogimos nuestro pasaporte con visa para Laos. Después del desayuno nos fuimos a despedir de Bangkok junto al rio Chao Phraya, al Wat Arum.
Dejamos Thailandia, salimos de Bangkok a las 7 de la mañana rumbo a Siam Reep, Camboya...

(Suponemos que a esta hora al otro lado del mundo, tenemos un amigo que es negro pero abogado, salute!!)

Friday, November 10, 2006

como dijo Cerati : "¡Ahí Vamos!"

Incluimos a nuestro país en esta aventura, aunque más que país fue un espejismo. Entonces, antes de subirnos las mochilas a las espaldas y recorrer lugares tan lejanos a nosotros, quisimos tomar aire entre la cordillera de los Andes y el mar Pacífico ... Pero cinco semanas parecen sólo un par de días, cuando de la familia y amigos - hermanos se trata. Después de vivir tres años en Madrid, Chile también parece lejano y uno no dimensiona el tiempo que pasa por toda la gente que amamos y va con nosotros a "toos laos". Suponíamos que el tiempo estaría detenido, que los niños serían niños, que los demás no envejecen; que los amigos aún no entienden responsabilidades; sin embargo ¡hasta de hijos se habla! ... en fin. Suponemos que todas estas emociones se irán entendiendo a medida que pasen los días; allá lejos, donde la gente es de piel amarilla y ojos rasgados, comen picante y dicen que hay olores, sabores, sensaciones que sólo se entienden estando ahí, ya iremos contando... el sentido de pertenencia se desplaza : habitar el mundo, no pertenecer a ningún sitio, también podríamos decir que a la vez, perteneces a todos, ¿es raro no?, hasta cuesta explicarlo...a ver si después de esta wueltecita que acaba el primero de abril en Madrid, entendemos y podemos explicar algo. Por ahora, preparar el ánimo para las despedidas, siempre dolorosas pero inevitables, y necesarias. Desde el lunes 13, (si Air Madrid no altera las cosas), estaremos con la brújula hacia el sur este de Asia, específicamente hacia Bangkok, desde donde comenzaremos a enviar noticias de cómo vamos... yasssstá.-