haciaelasia

He aquí, el lugar para contar nuestra aventura de viaje por Asia...

Friday, January 26, 2007

Tierra roja, agua madre.


















Llegamos a Bishnupur medio huyendo de Kolkata y medio motivados por el comentario acerca de sus "cautivadores templos de fachadas revestidos con paneles de terracota...que representan escenas de los poemas épicos hindúes, Ramayana y Mahabharata", que leímos en nuestra guía que a veces desorienta ... Este pueblecito de tierra roja que gira en torno a dichos templos, (que despues de Angkor no impresionan ni cautivan como hubiéramos esperado); y que comienza y termina en su deslavada estación de trenes; era eso y poco más: reafirmar la idea de la India de contrastes abismales tras el estruendo de Kolkata. Con el correr de los días, hemos comprobado que Bishnupur, apenas esta en el conocimiento de los indios y que en la mayora de los mapas ni aparece. Lo más interesante de recorrer sus templos, montados en un ciclorickshaw, fue ver la cotidianidad de su gente.

Hemos intentado comprender una fila india, y nos hacemos la pregunta: ¿por qué se dice fila india?, seguro que no se alude a comportamientos de estos lares, porque por acá más parece una seguidilla de hormigas sin espacios entre uno y otro, máxima tolerancia al roce. La gente se agolpa, gusta ser parte de un monton inentendible que opina, participa y curiosea las inquietudes o necesidades ajenas en una ventanilla de atención publica, en un banco o una estacion de trenes, por ejemplo. Asi, con varios pares de ojos encima, compramos el ticket mas económico, del único y nocturno tren hacia Mughalsaray, a media hora de Benarés, nuestro próximo destino; y en cuanto nos subimos al tren, nos dimos cuenta de nuestro error: no podemos querer ahorrar dinero en ticket de tren, menos de noche. Nuestra reserva era para un vagón sin ley; intimidantes ojos hacinados se asomaron por entre las literas invitándonos a pasar a sentarnos; y nosotros, que intentamos parecer agradados y desenvueltos, optamos por quedarnos sentados sobre nuestras mochilas, junto a la puerta. Cuando el tren se detuvo en la siguiente estación, nos bajamos y cambiamos a un vagón más cercano a nuestra idea de viajar en tren seguros. Anulamos el pasaje que teníamos y pagamos la diferencia para dormir con un ojo, y no temer a quedarnos dormidos con los dos...llegamos de madrugada a cambiarnos de tren rumbo a Benarés; tuvimos que esperar 2 horas aproximadas entre hombres envueltos en sus chales hasta la cabeza, durmiendo o frotándose las manos junto al fuego que habian hecho para calentarse en el andén. Vimos vacas echadas, junto a bolsas o sacos de comida, que cuando hombres o mujeres, no cargan sobre sus cabezas los improvisan como cama cuando pasan noches completas como esa, a la espera.
Familia, clanes, castas peregrinas. Durmientes en la estacion de tren. La parsimonia de la vaca, diosa rumiante. Fotos que no capturan olores. Hombres aliando en la mano un menjunje, que luego mastican y que les deja la boca roja y diente por medio. Bocinas de motos, bicicletas, autorickshaw raudos como si fueran a llegar antes al dichoso nirvana. Falta paz exterior entre tanto mantra y temple interior. Falta o no se distingue a la vista de nuestros ojos comunes y tan corrientes, que acostumbran a relacionar paz con orden.
Entre tanta mística suelta y arrebatada, parece que estamos desprovistos de alma; extremadamente materialistas, racionales, ante tanta credulidad sumisa.
Familias, clanes, castas. Imágenes y olores que se repiten en el ancestral Benarés (Vanarasi), como nuestros propios días en esa ciudad tan antigua como la historia. Desde nuestra habitación por los recovecos de sus callejuelas por donde no cabe una vaca y tu a la vez; hasta las escalinatas de los ghats, por donde desfilan sus personajes de cuentos; 6 noches con sus dias, distraidos con los monos que cuelgan o saltan por los techos, o sorteando buscavidas o estiercol del sagrado animal que mueve la cola espantando moscas. Lo paradojico: las imágenes se repiten pero nunca son las mismas. No hay como explicar esto; ¿Será este el milagro?.
Enrreverada, como sus transeúntes paseantes por los 7 kilometros de ghats en la ribera del Ganga madre donde los rituales de vida y muerte se celebran en publico, sobrecogiéndonos, haciéndonos callar. Cada día son miles los hindúes que se bañan en el río; y oran y orinan, lavan sus ropas, nadan, se limpian el cuerpo y el alma. Al crepúsculo se celebra una ceremonia en honor a Siva, la adoración y razón de ser de todo este espectáculo humano y religioso. Jóvenes brahamanes soplan caracolas y sus sonidos estremecen el aire. Luego, se arrodillan ante sus altares ornamentados con frutos, guirnarldas de caléndulas, inciensos, retratos de gurús, y como no, la imagen de Siva. Se levantan y menean un címbalo, con música en directo de fondo que nos hace aplaudir llevando el ritmo, y hasta tararear el cántico en lengua hindi. El rito finaliza con una humareda insoporable de incienso y velas encedidas que los fieles dejan en las aguas del rio madre, junto a sus súplicas.
No se puede permanecer indiferente, por los estrechos callejones pasan hombres pertenecientes a la casta inferior encargada de trasladar los cuerpos muertos hasta la orilla del rio, Ahi los mojan antes de colocarlos a fuego de pira cumpliendo la tradición de incinerarlos. Un chico indio que habla castellano y que conocimos por casualidad nos contó días antes, que hay cuerpos que no se incineran, sino que se les amarra a una gran piedra y se les arroja al ganga. Mujeres embarazadas, muertos por picaduras de cobra (la imagen de esa serpiente tambien es venerada como diosa), niños, leprosos, sadus (ascetas); corren esta suerte.
Y no hay nada como morir en Benarés. Segun creencias hindúes así se finaliza el odioso ciclo de las reencarnaciones y se alcanza el nirvana eterno... Como quiera que sea, no hay más que manifestaciones de la conciencia humana, de su propia pequeñez y finitud. Creer, creer, ese es el verbo hecho hombre. Estas y otras mil y una historias en el Benarés místico y mítico, que dejamos antes que se nos encarnara y nos retuviera por más tiempo.

1 Comments:

Blogger neil Kaempffer said...

como te nutres de planeta..... que mundo acarreas en tu memoria pablo, de tantas rondas de tantas muestras de vida.
Besos y espero tu retorno.

1:44 PM  

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