Kho Chang








Mochilas al hombro otra vez. Arriba de un autobus otra vez: estas imágenes son ineludibles en todo este tiempo. Subir y bajar autobuses, armar y desarmar mochilas, ir y venir...Un sol poniente nos daba la bienvenida a la isla de Kho Chang, que no es más que un punto en el mapa al sur este de Bangkok, en el golfo de tailandia . Para llegar ahí cruzamos en ferry, y luego nos trasladaron en taxis-camionetas a Lonely Beach, donde nos alojamos en un sitio cercano al paraiso, con nombre de paraiso y resort al alcance de bolsillos patiperros chilenos: el Paradise Cottage Resort . Ahi encontramos todo lo que fuimos a buscar, good food, good music, ambient relax, nice people, yeah yeah!...aunque mal lugar para enfermarnos del estómago el primer dia, a causa de la comida thai y el exceso de cerveza chang. Nos repusimos medicándonos tardes de hamaca y paisajes selváticos con mar de lectura y divagaciones vagas. Parecíamos los budas echados que admiramos anteriormente en bangkok.
Pero Khao Chang no comienza ni termina en paradise cottage, ni menos en lonely beach. Montados en moto nos fuimos en busca de playas con arena y aguas de postal adornadas con palmeras. Estaban muy cerca, queda claro que de un paraiso a otro hay solo un pedazo de cielo de por medio.
La última tarde fui invitado a jugar fútbol modalidad tailandesa: equipos con distinta cantidad de jugadores, cancha de dimensiones desproporcionadas, tanto que en los laterales la pelota practicamente no salía. Hablando en buen chileno "todo es cancha". Quedé con la nostálgica sensación de haber vuelto a jugar un partido de barrio como cuando era niño, que terminaban porque la noche no dejaba ver el balón. Dejé al turista en casa para concentrarme 100% en el futbolista que llevo dentro, y aunque jugaban en idioma tailandes me entendieron cuando espontáneamente alguna vez se me escapó un ¡¡tocala!!. El balance es más que positivo, 3 o 4 rechazos defensivos, un pase gol y un golazooo... hoy con dolor de músculos y un gran recuerdo.
Esta vez ha costado continuar el viaje, salir de aquella isla es realmente difícil. Intentamos mirar el mar en todo momento, fue nuestra manera de despedirnos de aquella gente y aquella isla encantadora, dejamos nuestros ojos enganchados como anzuelos en alguna última línea de brillo, allá donde se pierde el mar y nuestra mirada, para no tener que pensar en un adios tan largo, para de alguna manera quedarse con ese mar adentro de nuestros ojos.
Hoy por la noche rumbo Vientiane, Laos.
1 Comments:
Increibles fotos, ,playas paradisiacas, me parece fantastico este viaje que estan realizando, y aun mas que lo compartan en este blog. Me siento afortunado por tenerles entre mis amistades y poder disfrutar con los relatos e imagenes maravillosas que aqui aparecen. Pero lo mejor sera cuando nos lo relaten todo... cara a cara.
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